Laguna de Brealitos

Una laguna encantada

A sólo 12 km. de Seclantás se alcanza el pueblo de Brealitos, caserío que se desarrolla caprichosamente siguiendo el curso del río homónimo.

Abruptas montañas que circundan la Laguna de Brealitos 300 m. más alta que el pueblo. Este espejo da que hablar, no sólo por lo impactante del paisaje, sino también por los amantes de la pesca del pejerrey y por curiosos, en busca de alguna experiencia inolvidable tras un encuentro cercano en una noche de luna llena…con “La Sirena”.

La Laguna pertenece a “Luracatao”. Esta finca, en un comienzo, fue una merced real, otorgada a los bizarros españoles que “nos colonizaron”. En la actualidad es la Señora Margarita Patrón Costas de López Lecube su propietaria.

A ella se accede de dos maneras. La majestuosidad de las piedras hacen que las dos entradas sean imponentes. A través de un camino sinuoso y empinado, tras recorrer unos 10 km. en movilidad, se llega a un abra, en donde una tranquera marca la entrada a la finca. Allí, uno vive algunas sensaciones entre estupefactas y adrenalínicas, pues se la puede contemplar hacia el otro lado, desde arriba, mientras recorre con la mirada el serpenteante camino que baja hacia ella.

También se puede ascender a la laguna caminando por una senda que faldea las escarpadas rocas. Tranquilamente se puede arribar en una hora mientras se va ganando altura. Al llegar al borde, el corazón se regocija con el paisaje; para un lado, la laguna enclavada entre las altísimas rocas, para el otro, el pueblo de Brealitos.

En la laguna se puede pescar teniendo permiso y no es difícil encontrarse con algún lugareño que cuenta anécdotas de la misma…Dicen que a veces han visto salir del agua a la madre de los pescados, con cuerpo de mujer y cola de sirena, cuando se pesca mucho … que es un ojo de mar … que nadie sabe qué profundidad tiene …

Se puede caminar rodeándola, tomar buenas fotografías a la tardecita, observar entre los juncos a los chumucos (variedad de patos), caminar hacias las nacientes del río que le aporta agua a la laguna, escalar algunos cerritos para obtener una vista formidable o quizá preparar un rico asado.